Un aerosol es una solución de partículas líquidas o sólidas muy pequeñas que se encuentran en un gas. En el caso de los inhaladores hablamos de partículas sólidas. Pueden ser: en polvo seco o en cartucho pasteurizado. En estos últimos hay que realizar una respiración lenta y suave porque es el propio dispositivo encargado de expulsar el fármaco. En cambio, en los inhaladores en polvo seco debe ser enérgica y profunda, pues de este modo el paciente será capaz de movilizar el fármaco con su respiración.
También podemos encontrar las cámaras de inhalación que facilitan la administración del fármaco.
Por otro lado, también podemos hacer otra clasificación según su fin: broncodilatadores, corticoides y mixtos. En cuanto a los primeros encontramos los de acción corta, que se utilizan como rescate, los de acción larga, que son de uso mantenido, y los anticolinérgicos.
En esta imagen podemos ver las dos clasificaciones de una forma más sencilla
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