La ansiedad es la respuesta del organismo ante situaciones que se caracterizan por tener presentes el miedo o angustia. Suelen ser situaciones límites y puede aparecer aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, sudoración y sensación de debilidad.
Tipos de trastornos de ansiedad
- Agorafobia. Hay temor a algunos lugares y situaciones que pueden provocar pánico. Se tiende a evitar estos casos.
- Trastorno de ansiedad debido a enfermedad. Hay ansiedad o pánico debido a un problema de salud físico.
- Trastorno de ansiedad generalizada. Ansiedad y preocupación continuas y excesivas ante actividades del día a día. Puede aparecer con otros tipos de ansiedad y es difícil de controlar.
- Trastorno de pánico. Episodios repetidos y de forma repentina. Producen pánico en la persona afectada por miedo a que se repitan.
- Mutismo selectivo. Dificulta el habla de los niños en determinadas situaciones como puede ser la escuela.
- Trastorno de ansiedad por separación. Es una ansiedad excesiva causada por la separación de los padres o aquellas personas que cumplen su función. Es un trastorno de la niñez.
- Trastorno de ansiedad social. Ansiedad, miedo o rechazo en algunas situaciones sociales por miedo a ser juzgado o no ser aceptado por la sociedad.
- Fobias específicas Tiene lugar cuando la persona se expone a un lugar, objeto o situación en concreto.
- Trastorno de ansiedad inducido por sustancias. Ansiedad que es resultado, directo o indirecto, del uso de drogas.
- Otro trastorno de ansiedad específico y no específico. Aquí se incluyen las crisis de ansiedad que se producen por otros motivos distintos a los anteriores, pero que tienen unos síntomas lo suficientemente importantes para preocuparse.
Causas
Por norma general, son los signos y síntomas los que indicadores de la ansiedad. Detrás de esto puede haber alguna enfermedad como diabetes, hipertiroidismo, trastornos respiratorios, tumores, problemas cardíacos o abstinencia de drogas.
Pero también puede estar desencadenada por experiencias vitales, que pueden ser negativas o simplemente cambios muy grandes, o situaciones muy amenazantes como un accidente de tráfico.
Síntomas
Se pueden clasificar en psicológicos y físicos. En los últimos se puede incluir el aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, la sudoración, temblores, cansancio y debilidad, problemas gastrointestinales, náuseas y mareos.
En cuanto a los psicológicos tenemos: nerviosismo, una sensación constante de peligro, problemas a la hora de concentrarse y conciliar el sueño, tener la necesidad de evitar ciertas situaciones o lugares, el agobio e irritabilidad y la dificultad para controlar las preocupaciones.
Tratamiento
Principalmente hay 2 tratamientos, los medicamentos y la psicoterapia. Por norma general se obtienen mejores resultados al combinar ambos.
La psicoterapia consiste en hablar y colaborar con un terapeuta para poder reducir los síntomas de ansiedad. La Terapia Cognitiva Conductual es bastante efectiva en estos casos, ayudando a aprender técnicas para mejorar y saber reaccionar ante una crisis.
En cuanto a los medicamentos, se usan unos u otros dependiendo del tipo de trastorno y otros problemas físicos que pueda haber.
¿Cómo hay que actuar ante una crisis de ansiedad?
Si ya se ha sufrido un ataque de ansiedad en varias ocasiones, es posible controlarlo. Lo primero es mantener la calma, muy importante, y normalizar la respiración, controlando la inspiración y la expiración y hacerlo cada vez de forma más pausada. Controlar el pulso puede ser de ayuda para comprobar como la frecuencia disminuye al seguir estos pasos.
Sin embargo, cuando se trata de la primera vez, se suele acudir a urgencias por miedo a que sea un infarto. No se suelen reconocer los síntomas de primeras.
En todos casos es importante comentar con el médico que ha sufrido una crisis de ansiedad para poder buscar la causa o saber si hay algún tipo de trastorno psicológico.
Consejos para combatir la ansiedad y prevención
Hay que entender lo que sucede, no huir, y aprender a relajarse. Aunque en ocasiones es complicado, es necesario conocer como solucionar y afrontar la situación con distintas técnicas. No te centres en el problema y trata de no pensar negativamente y sé realista. Mantener unos hábitos y vida saludable ayudan a que se reduzcan las posibilidades de sufrir un ataque de ansiedad.
Para prevenir la ansiedad, es importante mantenerse activo, disfrutando de la interacción social, y no tomar alcohol o cualquier otro tipo de drogas. Pedir ayuda puede ser de gran ayuda y cuanto más se tarde, más difícil va a ser de tratar.