Todos dormimos, siendo esto una necesidad biológica imprescindible para la supervivencia, se relaciona con el crecimiento y la evolución del sistema nervioso, así como a la consolidación de los recuerdos útiles y relevantes. Durante nuestro tiempo de descanso pasamos por cuatro fases que van sucediendo a lo largo de un ciclo que se repite toda la noche. Los expertos recomiendan un descanso de entre 7-8 horas al día.
Aunque no es habitual, se puede dormir demasiado, lo suficiente como para que no sea saludable:
1- Altera la capacidad cognitiva: Reduce nuestra capacidad cognitiva generando déficits en las distintas capacidades mentales, afectando, especialmente, al razonamiento y a la capacidad verbal.
2-Envejece el cerebro y puede favorecer al deterioro mental: Contribuye al envejecimiento del encéfalo, aumentando el riesgo de desarrollo de algunas demencias.
3- Genera más somnolencia y "resaca": Dormir en exceso tienda a generar más somnolencia, sintiéndonos mareados, débiles y con dolor de cabeza.
4- Aumenta la probabilidad de ictus: Existe hasta un 46% mas de probabilidad de padecerlos que personas con una cantidad de sueño normativa.
5- Aumenta la probabilidad de padecer depresión.
6- Peor estado de salud general y menor esperanza de vida.
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